15 Nov 2019

Empresarios cristianos reflexionan sobre el rol de la empresa en crisis social

En medio de los difíciles momentos que vivimos, USEC convocó a sus socios a una instancia de encuentro para conversar sobre lo que está ocurriendo y para ver cómo cada uno, desde su ámbito particular, puede contribuir a la construcción de una mejor empresa y en definitiva una mejor sociedad.

Un llamado a vivir verdaderamente nuestra actividad empresarial como una noble vocación, realizó el jueves 14 de noviembre, el presidente de USEC, Unión Social de Empresarios Ejecutivos y Emprendedores Cristianos, Sergio Merino, al encabezar el Encuentro Anual de Socios 2019, denominado “Empresarios cristianos en el Chile de hoy”. Con la participación de 67 asistentes, el foco estuvo puesto en la crisis social que afecta a nuestro país.

“No podemos decir que ponemos la persona al centro si este principio no permea en el alma de la empresa, de modo que directivos y colaboradores conformemos una verdadera comunidad de personas que busquen un fin compartido”, afirmó Sergio Merino. Para eso, agregó, “no hay recetas mágicas”, pero hay que partir por  “reflexionar sobre la forma en que hemos construido nuestras empresas”. “Estamos en una posición de privilegio y como cristianos tenemos el deber de ser actores de cambio de la sociedad, apoyados en dos principios fundamentales: la dignidad de la persona humana y el Bien Común”, dijo.

Volver a la normalidad no es hacer lo mismo

Asimismo, el presidente de USEC realizó una enérgica condena a la violencia que hemos visto estos días: “Esto no puede continuar, y tenemos que poner todo nuestro esfuerzo en lograr la paz y que nuestra sociedad vuelva a vivir en normalidad”. “No se trata de Business as Usual. Muchas cosas tienen que cambiar, y nuestro llamado es que, como empresarios, ejecutivos o emprendedores cristianos, nos preguntemos, como nos decía San Alberto Hurtado, nuestro fundador, ‘¿qué haría Cristo en mi lugar?’”, continuó.

“Nuestros problemas sociales, que los tenemos, y muchos, deben ser resueltos a través de la institucionalidad vigente, la que debemos cuidar y respetar, y hacer todos los esfuerzos a nuestro alcance para que otros también la cuiden y la respeten. Sólo en un ambiente de respeto a la institucionalidad, y en un clima de paz social, será posible avanzar en la solución de nuestros problemas y en la búsqueda del bien común. Y en este sentido, los socios de USEC tenemos mucho que decir, y sobre todo, hacer”, explicó Sergio Merino.

Humanidad de Punta

El encuentro contó con una exposición de la destacada filósofa y consultora de empresas en materias de ética, colaboración y confianza, Carolina Dell’Oro, quien motivó a nuestros socios a transformarse en embajadores de la “Humanidad de Punta” dentro de las empresas.

“Si bien los desafíos del presente exigen tecnología de punta, hoy es más necesaria que nunca una humanidad de punta, basada en elementos como la integridad, escucha, diálogo, coraje, empatía, mente abierta, autoconocimiento, y propósito”, explicó.

Carolina Dell’Oro también se refirió a la importancia de forjar una cultura del encuentro en esta crisis. “Si queremos saber lo que está pasando, tenemos que generar un encuentro verdadero. Sin encuentro quedamos a merced de la disrupción. La certeza surge de conversar con el otro para saber qué le está pasando. El encuentro genera paz que va del lugar de trabajo a los hogares de los colaboradores”, explicó.

Ver, discernir, actuar

A continuación, los socios participaron en mesas de trabajo para reflexionar estos temas.

El diálogo se basó en tres preguntas:

1) Una vez puesta mi atención en lo que hoy vivimos, ¿qué veo? ¿Estoy dispuesto a escuchar y encontrarme verdaderamente con el punto de vista del otro?

2) ¿Qué voy a hacer para transformarme en un embajador de la “Humanidad de Punta” en mi organización?

3) ¿Cómo voy a ayudar a generar espacios de confianza para que se produzca el encuentro con los otros?

Para explicar la metodología de trabajo, Carolina Dell’Oro explicó el método “Ver-Discernir-Actuar”, propio de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), que promueve una acción transformadora del cristiano en su ambiente de trabajo, evitando las vidas divididas. Para cerrar recordó la importancia de construir un tejido social a partir de las instancias de encuentro, escucha y reflexión.

“Estoy segura de que instancias como ésta nos ayudarán a todos a buscar soluciones que serán un verdadero aporte a la sociedad, para que salgamos fortalecidos de esta crisis. Debemos recuperar la esperanza, y eso pasa en gran medida por generar instancias de encuentro”, destacó la directora ejecutiva de USEC, María Cristina Marcet.