15 Nov 2019

Sin austeridad, la violencia seguirá presente – Mons. Cristián Roncagliolo

Comentario del Evangelio – Domingo 17 de noviembre de 2019

Evangelio según San Lucas 21, 5-19

Sin austeridad, la violencia seguirá presente

Queridos hermanos, en medio de los agitados y tristes días que tocan a la patria y que a todos nos interpelan, el Evangelio de este domingo resulta particularmente profético.

El Señor sostiene que un signo del cristiano es la capacidad de sufrir a causa de su nombre. En efecto, ser cristiano implica no vivir bajo los criterios del mundo sino bajo el imperio del Evangelio. Sin duda, esta exigencia radical implica que estamos llamados a ser luz del mundo y no comparsa de las masas.

Concretamente, en este tiempo de tantas movilizaciones pero, sobre todo, signado con la brutal violencia contra  personas y contra instituciones, resulta fundamental no enredarnos frente a lo injustificable.

La violencia, venga de donde venga, no es el camino del cristiano y debemos rechazarla con toda el alma. En este sentido, a pesar de la crítica que podamos recibir, hemos de ser proféticos en anunciar con fuerza que jamás la violencia será una vía justa para alcanzar las metas, por muy legítimas que sean.

Y por eso decimos no a la violencia de los balines, de las piedras lanzadas, del fuego devorador, del robo desatado, de los edificios destruidos, etc.

Hecho el punto, también debemos avanzar en el no a otra violencia más silenciosa pero que está en las raíces de nuestra crisis: la vida ostentosa, la insensibilidad social y la falta de empatía con el dolor de los más pobres.

Con esta misma claridad, tenemos la tarea grande de volver a las fuentes austeras de nuestra patria donde nuestras aspiraciones primeras no eran a tener sino a ser.  Si crecemos en austeridad disminuirá la droga y el alcoholismo de los jóvenes, si crecemos en austeridad disminuirá la codicia de quienes creen que el paradigma social es una vida ostentosa y cómoda, si crecemos en austeridad la sociedad valorará más el trabajo y el esfuerzo personal; si crecemos en austeridad, ayudaremos a la vida familiar, a la disciplina vital y al orden social.

No nos cansemos en promover la paz; pero no nos olvidemos que sin austeridad la violencia seguirá presente entre nosotros.