09 Sep 2021

“Ponte detrás de mí” – Mons. Cristián Roncagliolo

El Evangelio de este domingo es una verdadera provocación para comprender el sentido de la vida cristiana.

El diálogo de Pedro con Jesús resulta paradojal. Por un lado profesa la fe con una sabiduría asistida por el Espíritu afirmando “Tú eres el Mesías”; pero, por otro lado, no acepta que Cristo debía padecer. Su comprensión de la fe, que es acertada, no parece tocar la existencialidad. De ahí las fuertes palabras del Señor: “Ponte detrás de mí, Satanás”. 

Esta contradicción en Pedro no es ajena a nuestra vida. No nos resulta difícil proclamar la fe con precisión pero, cuando toca la vida y nos inserta en un camino que nos cuesta, surgen los problemas, nos revelamos y, de alguna manera, queremos hacer el ‘camino propio’.

El Evangelio de hoy nos provoca a comprender que el cristianismo que se formula en expresiones de fe, en verdades que creer, tiene un correlato existencial, un camino que se llama discipulado, lo que implica seguir y acompañar la vida del Maestro. 

Lo anterior conlleva también el precioso desafío de abrazar la cruz, en toda su hondura, y de asumir que el camino de la vida cristiana al que somos invitados incluye el precioso tesoro de configurar nuestra vida con la del Señor, lo que necesariamente tiene consecuencias existenciales relevantes. 

Así, la alegría y el dolor, los momentos de gozo y de tribulación, las incertidumbres e interrogantes, en fin, todo aquello que ocurre en la vida, a la luz de la fe, tiene sentido y se proyecta en un precioso camino de esperanza.

Este domingo somos invitados a seguir a Cristo, a hacer su camino, a acoger la cruz y a comprender que la propuesta del Evangelio, que es una doctrina a aprender, también es una vida a practicar. Por ello, el cristianismo es doctrina, pero es vida concreta, es misericordia, es compasión, es compromiso solidario, es cruz llevada con amor, es entrega generosa, es amar hasta el precio de sí. 

Muy feliz domingo.