Padre Hurtado, emprendimiento y solidaridad – José Tomás Hargous
Ensayo de Asuntos Públicos publicado por nuestro jefe de Contenidos en El Líbero el lunes 22 de agosto de 2023, con motivo del Día de la Solidaridad.
Todos los meses de agosto conmemoramos el Mes de la Solidaridad en memoria de San Alberto Hurtado (1901-1952), sacerdote jesuita fundador del Hogar de Cristo (1944), de la Acción Social y Económica Chilena (ASICH, creada en 1947) y de la Unión Social de Empresarios Cristianos (USEC, fundada en 1948), que este año cumple cumplió 75 años.
Como puede verse en esta somera enumeración, en el Padre Hurtado emprendimiento y solidaridad son como dos caras de la misma moneda y resumen gran parte de su vida: San Alberto Hurtado fue un fundador de instituciones. En ese sentido, su frase de que “vale más tener la humildad de emprender grandes tareas con peligro de fracasar, que el orgullo de querer tener éxito, achicándose”, bien puede aplicarse a su propia vida.
Además de las instituciones arriba nombradas fue fundador de la Revista Mensaje, uno de los impulsores de la Facultad de Teología de la Universidad Católica y uno de los grandes desarrolladores de la Acción Católica en Chile. Todos estos emprendimientos sociales dan cuenta de que para el Padre Hurtado a los problemas sociales de su época no había que contentarse con la mera reflexión sino que decidirse por el impulso de “soluciones bien estudiadas de aplicación inmediata en el campo económico-social”, como sostuvo en las Conferencias Sociales de Cochabamba (Bolivia) en 1950.
Un elemento fundamental de estos emprendimientos del Padre Hurtado es el protagonismo que tenían los fieles laicos en la ejecución de su obra. Como él sostenía, el sacerdote debe señalar los principios y exhortar un llamado a la acción, pero son los seglares los que deben actuar. Por eso para el Padre Hurtado era fundamental: “El patronato católico tiene que emprender esta labor: acercar el ‘orden’ social actual a la concepción cristiana del orden social. El sacerdote sólo puede recordar los principios a la feligresía; son los laicos los llamados a proporcionar las soluciones prácticas; es el técnico, el patrón católico, quien puede efectuar las realizaciones […]”.
Como en todo emprendimiento, para Hurtado sería clave la búsqueda de las personas que impulsarán finalmente sus obras. Uno de los discípulos más connotados de San Alberto Hurtado sería don William Thayer Arteaga (1918-2018), destacado abogado laboralista, exministro, exsenador y exrector, que junto a San Alberto estuvo en dos de sus fundaciones, la ASICH y USEC, las cuales el Padre Hurtado buscaba que promovieran “la reforma de la empresa” estudiando, difundiendo y aplicando la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) en sus lugares de trabajo, completando así el proyecto social que comenzaría a vislumbrar con la fundación del Hogar de Cristo y que sería cerrado con la creación de la Revista Mensaje.
En ese sentido, de las obras enumeradas en este ensayo, el Hogar de Cristo es sin lugar a dudas la más conocida y querida por los chilenos. En tanto, la ASICH será una de las más recordadas por los estudiosos del Padre Hurtado, que lamentablemente se disolvió en 1955 porque las discordancias respecto de cómo debía trabajar se volvieron irreconciliables.
Con respecto a USEC, su relación con el Padre Hurtado es más desconocida, pero no por eso inexistente. De hecho, San Alberto Hurtado participó en su fundación el 24 de mayo de 1948, y anteriormente solicitó al Prepósito general de la Compañía de Jesús, al Papa Pío XII y al viceprovincial en Chile de los jesuitas su aprobación para impulsar una obra de apostolado social no sólo con los trabajadores sino que también con los patrones de industrias.
Del primer presidente de USEC, el empresario Jorge Matetic Fernández (1906-2001), San Alberto daría “testimonio de admiración por su sentido social y sus realizaciones de justicia y caridad cristianas”, como sostuvo en la dedicatoria a su “querido amigo” y discípulo de una edición de Humanismo Social. Al mismo tiempo, si uno consulta las actas de Directorio de USEC, podrá darse cuenta de que siempre se buscó mantener en el tiempo esa relación con el fundador, quien también expondría en 1949 en la Asamblea General de Socios de USIC -como se llamaba en esa época- y haría referencia al éxito de la USEC en la aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia en el primer número de la Revista Mensaje: “La Unión Social de los Industriales Católicos, bajo las firmas de su presidente y de su Secretario […] dan a conocer los benéficos resultados de la aplicación de las doctrinas pontificias que los industriales católicos han podido constatar en sus empresas”.
USEC rápidamente tomará contacto con la Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de Empresa (UNIAPAC), para transformarse en la primera asociación latinoamericana que formaría parte de la confederación de empresarios cristianos. Esa condición de pionera la llevará a colaborar en la expansión de este movimiento empresarial a lo largo y ancho del continente, en países como Argentina (ACDE, fundada por el venerable siervo de Dios Enrique Shaw), Uruguay (ACDE), Brasil (ADCE) o México (USEM). Actualmente UNIAPAC está presente en prácticamente todo Sudamérica y gran parte de América Central y del Caribe.
Coincidencia o no, este mes de la solidaridad se ha desarrollado en una contingencia que pone en duda el rol de las fundaciones olvidando su verdadera naturaleza y la verdadera naturaleza de la solidaridad. Al contrario de lo que comúnmente se cree, la solidaridad no es la expansión del Estado en la vida social, sino que por contraste, la solidaridad se refiere al fortalecimiento de los vínculos sociales de las comunidades, en última instancia de la sociedad civil.
En ese contexto las organizaciones creadas por el Padre Hurtado son un excelente ejemplo para comprender en la práctica qué es la solidaridad. Un nuevo aniversario del fallecimiento del segundo Santo chileno calificado por el ex Presidente Ricardo Lagos como un nuevo “padre de la patria” y por Carlos Frontaura como “el mejor de los nuestros”. Es una excelente ocasión para reflexionar acerca de qué es la solidaridad, de cómo podemos vivirla con nuestros cercanos y de si es Chile verdaderamente un país solidario.
*Estas reflexiones se inspiran en nuestros artículos “USEC en el proyecto social de san Alberto Hurtado: Una mirada desde el pensamiento sociológico” (Humanitas, septiembre de 2021), “El Padre Hurtado, un emprendedor” (El Líbero, mayo de 2022) y “El padre Hurtado: pensamiento y acción” (Suroeste, agosto de 2023), así como las ponencias “The Christian Entrepreneurs in the Social Project of Saint Alberto Hurtado” (The Economy of Francesco International Event, septiembre de 2022) y “La búsqueda de sentido trascendente en la empresa: El proyecto social de San Alberto Hurtado, USEC y UNIAPAC” (III Congreso Latinoamericano de Doctrina Social de la Iglesia, abril de 2023).