06 Oct 2022

Encuentro “The Economy of Francesco” se realiza en Asís con la participación de 1.000 jóvenes

En el congreso internacional, que pudo realizarse presencialmente luego de más de dos años de espera, UNIAPAC Latinoamericana tuvo una destacada presencia, incluida la del jefe de Contenidos de USEC, José Tomás Hargous.

Luego de dos años y medio de espera, la semana pasada se llevó a cabo el Encuentro Internacional “La Economía de Francisco”, en la ciudad de Asís (Italia). El evento internacional, inspirado en la figura de San Francisco de Asís, nace de un llamado del Papa Francisco, quien invitó “a quienes hoy se están formando y están empezando a estudiar y practicar una economía diferente, la que hace vivir y no mata, que incluye y no excluye, que humaniza y no deshumaniza, que cuida la creación y no la depreda”, a “hacer un pacto para cambiar la economía actual y dar un alma a la economía del mañana”.

“El mayor movimiento de jóvenes economistas y emprendedores del mundo”

Luego de la convocatoria realizada por el Papa, 2.000 jóvenes ejecutivos, investigadores y agentes de cambio de 120 países fueron seleccionados para participar. Sin embargo, como consecuencia de la pandemia, el evento debió ser recalendarizado para realizarse en dos etapas, de forma virtual y con transmisión en directo: primero, entre los días 19 y 21 de noviembre de 2020, entre las 10:00 y 14:00 horas (hora chilena), y el 2 de octubre de 2021. Ambas versiones fueron abiertas a todo público, y pudieron seguirse vía streaming en el canal de YouTube de la Economía de Francisco.

Según explicó Luigino Bruni, director científico del encuentro mundial, que este año contó con 1.000 participantes, “la Economía de Francisco se ha convertido en el mayor movimiento de jóvenes economistas y emprendedores del mundo. También consiste en construir un capital espiritual global que la economía necesita desesperadamente”.

En el encuentro –organizado por la diócesis, la Municipalidad y el Seráfico de Asís, junto con Economía de la Comunión (EdC, asociado al movimiento de los Focolares), con el apoyo del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral–, UNIAPAC Latinoamericana tuvo una destacada presencia.

Dentro de los participantes de UNIAPAC estuvo el jefe de Contenidos de USEC, José Tomás Hargous, quien forma parte de la comunidad EoF desde 2019 –primero como “change-maker” y luego como “researcher”–, a través de la “villa” Vocación y Lucro, y trabajó en la coordinación del Hub de Chile durante 2020. Señaló que “era la primera vez que nos juntábamos presencialmente”, luego de dos años de trabajo preparatorio, por lo que “era muy valiosa la oportunidad de estar acá”. Con respecto a la agenda del congreso –desarrollado entre el 22 y el 24 de septiembre–, indicó que fueron “tres días muy intensos de talleres, charlas, coloquios, muy interesantes, sobre cómo cambiamos la economía mundial”. Dentro de esos talleres, el jefe de Contenidos de USEC expuso en la sección “Mission Economy” –donde se compartieron experiencias e investigaciones en políticas públicas inspiradas en la doctrina social de la Iglesia– sobre el rol de los empresarios y emprendedores cristianos en el proyecto social de San Alberto Hurtado, fundador de USEC. 

El Pacto por una economía más humana

El Encuentro contaría en su último día “con el discurso del Papa Francisco, que nos invitó a buscar una economía que pusiera en el centro a las personas y que no se olvidara de respetar el medioambiente”, explicó José Tomás Hargous. 

Entre otras cosas, el Papa dio tres orientaciones a los 1.000 jóvenes que participaron del encuentro: 1) “Mirar el mundo con los ojos de los más pobres de los pobres”, donde destacó que eso permitió que los franciscanos crearan “las primeras teorías económicas e incluso los primeros bancos para aquellos necesitados (“Montes de Piedad”)”, 2) “No olvidar el trabajo, no olvidar a los trabajadores. El trabajo de sus manos. El trabajo es el desafío de nuestro tiempo, y será el desafío del mañana. Sin trabajo digno y justa remuneración, los jóvenes no podrán convertirse realmente en adultos y la desigualdad aumentará (…). Por lo tanto, mientras creen bienes y servicios, no olviden el crear trabajo, buen trabajo y trabajo para todos”; y 3) “encarnación. En estos momentos cruciales de la historia, aquellos que dejaron una buena marca estuvieron disponibles para hacerlo porque ellos tradujeron ideas, deseos y valores en acciones concretas. Ellos las ‘encarnaron’”.

The Economy of Francesco concluiría “con la firma por parte del Papa del pacto redactado por las distintas villas. A mí me parece que el pacto es muy bueno, y destaca entre otras cosas la búsqueda de la trascendencia y la relevancia social del trabajo, temas que para nosotros en USEC y en UNIAPAC son muy importantes”, señaló el jefe de Contenidos de nuestra Corporación.

Pacto firmado por los jóvenes en el Encuentro “Economy of Francesco” 2022

Nosotros, jóvenes economistas, emprendedores y agentes de cambio, llamados aquí a Asís de todas partes del mundo, conscientes de la responsabilidad que recae sobre nuestra generación, comprometernos hoy, individualmente y todos colectivamente gastar nuestras vidas para que la economía de hoy y de mañana se convierta en una economía del Evangelio, y por tanto:

una economía de paz y no de guerra,

una economía que se opone a la proliferación de armas, especialmente las más destructivas,

una economía que cuide la creación y no la maltrate,

una economía al servicio de la persona humana, de la familia y de la vida, respetuosa de todos mujer, hombre y niño, los ancianos, y especialmente los más frágiles y vulnerables,

una economía donde el cuidado reemplace el rechazo y la indiferencia,

una economía que no deje a nadie atrás, para construir una sociedad en la que las piedras rechazadas por la mentalidad dominante se convierten en piedras angulares,

una economía que reconozca y proteja el trabajo seguro y digno para todos,

una economía donde las finanzas son amigas y aliadas de la economía real y del trabajo y no contra ellos,

una economía que valore y salvaguarde las culturas y tradiciones de los pueblos, todos las cosas vivas y los recursos naturales de la Tierra,

una economía que combate la pobreza en todas sus formas, reduce la desigualdad y sabe cómo decir con Jesús y Francisco: “Bienaventurados los pobres”,

una economía guiada por una ética de la persona humana y abierta a la trascendencia,

una economía que cree riqueza para todos, que engendre alegría y no solo riqueza, porque la felicidad que no se comparte es incompleta.

Creemos en esta economía. No es una utopía, porque ya la estamos construyendo. Y algunos de nosotros, en mañanas particularmente luminosas, ya hemos vislumbrado el comienzo de la tierra prometida.

Asís, 24 de septiembre de 2022

Los economistas, empresarios, agentes de cambio, estudiantes y trabajadores