14 Ene 2022

“No tienen vino” – P. Hugo Tagle

“No tienen vino” y “hagan lo que él les diga”, son las palabras centrales del evangelio de este domingo que inicia el ciclo litúrgico ordinario tras el tiempo navideño. El evangelio de San Juan presenta la primera intervención pública de Jesús junto a su madre en las “bodas de Caná”, indicando así la sacralidad del matrimonio, la generosidad de la gracia divina y el poder intercesor de la Santísima Virgen. 

María está al inicio de la predicación de Jesús y al final de su camino, al pie de la cruz. María se presenta aquí como seguidora del Maestro. Ella es intermediaria entre Jesús y los invitados. ¿Qué es una boda, un matrimonio, sin amor y alegría? ¿Qué podemos celebrar cuando estamos tristes y nuestro corazón está escaso y vacío de amor? A veces se nos “acaba el vino” por situaciones económicas, políticas, temores, la pandemia que sigue amenazando y tantas situaciones que desilusionan; que escapan de nuestras manos y nos hacen sentir vulnerables e impotentes. Ante esas situaciones necesitamos del auxilio de Dios y el de los hermanos, para poder volver al centro y sentido de nuestra vida.

Por eso, como María, hemos de estar atentos a las necesidades de los demás y ofrecer nuestro humilde servicio. Quien mira a Dios, se preocupa de los demás. Y segundo, indicar el camino a Jesús: “Hagan lo que él les diga”. Nuestra tarea es favorecer el encuentro con Dios, hacerlo presente en la vida de los demás, como fuente de alegría, salvación y caridad.

La fe mueve montañas. María sabía que su Hijo ayudaría al novio agobiado. Sin los ojos de la fe es imposible ver brillar la gloria de Dios en todos y cada uno de nosotros. El cristiano ha de vivir su fe con alegría, en la comunidad creyente, en servicio a los demás, sobre todo los más pobres y vulnerables. Allí donde brilla la presencia de Dios, se disipan las tinieblas del pecado y de la muerte. Acerquémonos a Jesús, junto a María, con confianza. Él escucha siempre a quien recurre a la intercesión de su Madre.