29 Oct 2020

Llegar a ser buen cristiano – P. Hugo Tagle

Este Domingo 1° de noviembre, celebramos la fiesta de todos los santos, por lo que cambian las lecturas que corresponden al XXXI domingo del tiempo ordinario. Escuchamos el evangelio de las bienaventuranzas, según la versión de San Mateo. Las Bienaventuranzas son como el carnet de identidad del cristiano. Si queremos saber cómo se hace para llegar a ser buen cristiano, pues bien, aquí tiene una clara muestra de lo que debemos hacer. Otro tanto encontraremos al final de San Mateo, con las preguntas que hace Jesús al momento del juicio final. Es como si nos soplaran las respuestas de un examen. Sabemos perfectamente lo que debemos hacer para ser buenos cristianos y llegar al cielo. El punto es realizarlo cotidianamente.

En las Bienaventuranzas se dibuja el rostro de Jesús, a quien estamos llamados a transparentar en nuestra vida, como dice el Papa Francisco en su exhortación sobre el llamado a la santidad (GE 63). La santidad es un proyecto de felicidad y a la vez un programa de cómo ser lo que debemos ser. Yo me santifico, vivo las bienaventuranzas en comunión con otros y a través de los otros. La santidad no es un evento puramente personal. Tiene una dimensión comunitaria. “Sólo los que son verdaderamente buenos y santos son felices” nos dice San Pablo VI. “Ten cuidado con tu vida, tal vez ella sea el único Evangelio que algunas personas vayan a leer” nos dice San Francisco de Asís. En efecto, las bienaventuranzas son el camino de santidad y expresión de la vida de Cristo en la propia vida. Más que palabras, lo que los hombres y mujeres de hoy necesitan son ejemplos vivos de la presencia de Cristo en medio del mundo.

Hoy recordamos a nuestros difuntos en forma especial, ya que formamos con ellos el cuerpo místico de Cristo, la Iglesia terrena y la celestial. El 2 de noviembre rezamos por todos los difuntos, especialmente los que nadie recuerda. Recemos por los que han fallecido solos en este tiempo de pandemia.