Liderazgo y confianza: El desafío ineludible para construir un mejor país – Enrique Cruz
Marzo nos golpeó con fuerza, marcando un inicio de año cargado de incertidumbre y cambios significativos. En menos de tres meses, las decisiones de Donald Trump han alterado el panorama internacional, sumándose a una creciente inestabilidad política y económica, conflictos bélicos persistentes y la reciente hospitalización del Papa Francisco, una figura clave en el ámbito global. En Chile, la temporada electoral avanza en medio de cambios en el gabinete, casos de corrupción y un preocupante aumento de la violencia, que ha impactado dolorosamente a muchas familias. Este complejo escenario desafía nuestros liderazgos e instituciones, poniendo a prueba la confianza social y su urgente reconstrucción.
Sin embargo, no todo son malas noticias. El Papa ha mostrado señales de recuperación, volviendo de a poco a retomar el gobierno de la Iglesia Universal. Y en el plano económico nacional, recientemente apareció el Índice de Confianza Empresarial (IMCE) de febrero, que cruzó a terreno optimista por primera vez desde 2022. Asimismo, según el estudio Claves IPSOS–Generación Empresarial, las características más valoradas en los liderazgos en los equipos de trabajo son: “Ética, actúa con honestidad y transparencia”, “Empatía, comprende experiencias y posiciones de otras personas”, “Confiable, genera confianza” y “Motivación, inspira a alcanzar las metas”.
Estas dos noticias positivas, en apariencia distantes, nos invitan a la reflexión. Ambas nos recuerdan el valor y necesidad de los liderazgos para la confianza y el tejido social.
El Papa Francisco, en estos doce años de pontificado, ha sido un referente en la enseñanza social de la Iglesia, especialmente en torno al mundo del trabajo. A pesar de lo que se ha planteado en muchas ocasiones, el Papa nunca ha sido “antiempresa”. Al contrario, ha insistido en que “la vocación de un empresario es una noble tarea, siempre que se deje interpelar por un sentido más amplio de la vida; y así servir verdaderamente al bien común”.
Así, a través de su magisterio ha promovido lo que llama “la noble vocación empresarial”. Dos de sus encíclicas, Laudato si’ (2015) y Fratelli tutti (2020), escritas en medio de dos crisis globales de proporciones similares a la actual, subrayan el rol social del empresario. En ellas, Francisco nos recuerda que la actividad empresarial no solo “está orientada a producir riqueza”, sino “a mejorar el mundo para todos”, con el horizonte en el bienestar de cada sociedad. En esta perspectiva, crear puestos de trabajo y generar oportunidades no es solo una opción, sino una tarea ineludible para el bien común social.
La confianza empresarial no es una cuestión de indicadores, sino de cómo las empresas responden a las expectativas de todos sus públicos interesados, tomando en cuenta el valor de la persona y el bienestar social, construyendo una cultura empresarial humanista en nuestras organizaciones. Ese liderazgo ético, comprometido con el servicio del bien común, en la empresa, la familia y todas las instancias sociales, resulta clave para el buen funcionamiento del país. Concretamente, requiere acciones de cada uno de nosotros, de prácticas empresariales que aporten a una transformación positiva del país.
Desde USEC queremos retomar el compromiso que más de 2.000 hombres y mujeres de empresa adquirieron con el Papa Francisco cuando visitó Chile, de gestionar las empresas buscando el bien de sus integrantes y de las comunidades con que se relaciona. Por eso trabajaremos durante todo este año en promover el liderazgo, la generación de confianza y el compromiso.
El optimismo con el que podemos mirar estos resultados debe traducirse en un compromiso genuino con el desarrollo integral de las personas. Por nuestra parte, ya hemos puesto nuestros compromisos sobre la mesa y esperamos que todos hagan lo propio, de forma concreta, para consolidar una cultura empresarial comprometida con el bien común y abrir así un nuevo horizonte para el desarrollo del país.
Columna publicada el domingo 16 de marzo de 2025 en El Líbero.