19 May 2020

USEC patrocina seminario por 100 años de Juan Pablo II

El encuentro, organizado por el Instituto Res Publica (IRP), destacó el aporte del Papa a la economía y contó con la charla magistral del fundador de Acton Institute, P. Robert Sirico. Además, los historiadores Gonzalo Larios y Alejandro San Francisco y la abogada Ana María Celis abordaron diversas aristas del pensamiento y acción del Pontífice.

Este lunes se conmemoró el centenario del nacimiento del Papa Juan Pablo II. Recordado en nuestro país por su visita en 1987 y su mediación en el conflicto del Beagle, es conocido a nivel mundial por su papel en la guerra fría y por su defensa de una “Economía de la Solidaridad”. También, el santo polaco contribuyó a la promoción de la libertad religiosa y el ecumenismo. Estas aristas de su  pensamiento y acción fueron abordados por cuatro destacados expositores en el Seminario “Centenario de Juan Pablo II”, organizado por el Instituto Res Publica (IRP) y patrocinado por la Unión Social de Empresarios Cristianos (USEC).

El seminario, transmitido este lunes 18 de mayo vía streaming, comenzó con cuatro presentaciones, moderadas por el director ejecutivo de IRP, José Francisco Lagos: “Juan Pablo II y la guerra fría”, a cargo del historiador Gonzalo Larios; sobre libertad religiosa, dictada por Ana María Celis, directora del Centro de Derecho y Religión de la Universidad Católica (UC); y sobre la relación del Papa con Chile, que fue dictada por el director del Instituto de Historia de la Universidad San Sebastián (USS), Alejandro San Francisco. 

El encuentro contó con la participación del sacerdote estadounidense Robert Sirico, fundador de Acton Institute, un centro de estudios abocado a la defensa de la libertad religiosa y la economía de mercado a la luz de los principios sociales católicos, quien realizó una charla magistral sobre “Juan Pablo II y la economía”, moderada por el director de Contenidos de IRP, Álvaro Iriarte.

Esta charla magistral contó con una pregunta del Presidente de USEC, Sergio Merino, acerca de qué le diría Juan Pablo II a los empresarios para enfrentar la pandemia y la crisis económica consecuente. 

—Sergio Merino: Padre Robert, me gustaría preguntarle, ¿qué le diría Juan Pablo II, si estuviera vivo,  a los empresarios acerca de cómo comportarse en esta pandemia y la crisis económica que vendría después de ella?

—De lo que he visto y de lo que él ha escrito, hay dos cosas. La primera es que él diría que los hombres de negocios necesitan estar en la vanguardia de la resolución para esta pandemia: en su investigación, en su habilidad para producir el tipo de cosas que necesitamos, del tipo de vacunas y medicación que necesitamos para resolver este tema. Él diría que los empresarios serán los primeros en responder ante esto, o los más inteligentes en responder ante esto, independiente de si ustedes le quieran asignar un rol al Gobierno y si el Gobierno tiene que recurrir a las personas, los empresarios, que están produciendo los medicamentos y las vacunas, que dirigen los laboratorios de investigación. Esa sería lo primero que les diría: ustedes tienen que ir a trabajar, esa es su vocación.

“Lo segundo que les diría es que el Gobierno debería ser mucho más modesto en el rol que éste asume en esta crisis. Esto no significa decir que no debería haber un rol para el Gobierno, que está delimitado por el principio de subsidiariedad, sino que el papel del Gobierno no debe desplazar el tipo de investigación y actividad empresarial, que ayudará a resolver y mejorar la situación en la que se encuentran las personas”.

Economía o salud: falso dilema

Al mismo tiempo, el fundador de Acton Institute se refirió al dilema entre economía y salud, que ha sido profundamente discutido en la opinión pública. Sobre este punto, aseguró que “si actuamos en nombre de preservar la vida humana, entonces tenemos que entender el papel de la economía en la preservación de que no es una elección entre nuestra salud y nuestra economía: las economías saludables producen personas saludables, porque fabricaron los tipos de medicamentos necesarios, el tipo de servicios para sostener la vida humana”. 

“Entonces, esta elección que muchos políticos parecen proponer entre una economía saludable o una sociedad saludable, es una falsa dicotomía. Y todo lo que sé sobre los escritos de Juan Pablo II me lo dice”, concluyó.