09 Abr 2020

Retiro USEC convoca más de 150 personas para reflexionar sobre el rol de los empresarios cristianos en esta crisis sanitaria

En sus meditaciones, Monseñor Cristián Roncagliolo y el P. Cristián Hodge invitaron a los participantes a meditar sobre los desafíos que esta pandemia representa y a realizar un discernimiento a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia y de las reflexiones del Papa Francisco en su Bendición Urbi et Orbi.

“Fieles a nuestra misión de difundir la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) en el mundo de la empresa, y de promover la transformación de la actividad empresarial en una noble vocación, desde USEC, acogiendo la invitación formulada del Papa Francisco, queremos invitarlos a orar y reflexionar sobre los acontecimientos actuales”. Así comenzó Sergio Merino, Presidente de la Unión Social de Empresarios, Ejecutivos y Emprendedores Cristianos (USEC), nuestro Retiro Espiritual 2020 denominado “En esta Barca estamos todos”, realizado el pasado sábado 4 de abril, a través de nuestro canal de YouTube “REDUSEC” y que convocó en vivo a 163 personas.

El foco de esta versión estuvo puesto en reflexionar sobre nuestro rol como empresarios, ejecutivos y emprendedores cristianos, al servicio del bien común de la sociedad en su conjunto, considerando las difíciles circunstancias que atravesamos.

El retiro contó con las meditaciones del P. Cristián Hodge, colaborador pastoral de USEC y secretario académico de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y del obispo auxiliar de Santiago, monseñor Cristián Roncagliolo.

Ver, discernir y actuar siguiendo el ejemplo del P. Hurtado

En primer lugar, el P. Cristián Hodge invitó a los participantes a realizar un discernimiento desde la Doctrina Social de la Iglesia, cuyos principios permanentes deben guiarnos para decidir en conciencia en contextos cambiantes. En ese sentido recordó el ejemplo de nuestro fundador, San Alberto Hurtado, quien, siendo un hombre de acción, se daba el tiempo para discernir, reflexionar, orar y estudiar para “hacer un bien más hondo, extenso e intenso”.

Al mismo tiempo, señaló tres criterios fundamentales que pueden ayudar a tomar decisiones como empresarios, ejecutivos y emprendedores cristianos: el bien del trabajador y su familia, el bien (sustentabilidad) de la empresa, y el bien común de la sociedad en su conjunto. Según explicó, esta metodología “Ver, discernir y actuar” nos invita a ver la situación en la que nos encontramos; discernir a la luz de criterios éticos, del Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia (DSI); y actuar en consecuencia. Concluyó enfatizando que a través de los principios de la DSI los empresarios, ejecutivos y emprendedores cristianos podemos transformar nuestra actividad en una noble vocación, al servicio del bien común.

La hora de la fraternidad: Solidaridad para salir adelante

A continuación, Monseñor Cristián Roncagliolo afirmó que “este escenario es interpelador”, ya que la “Globalización de una enfermedad hace replantearnos muchas cosas”. Basándose en el Evangelio de San Marcos (Mc 4, 35-41) meditado por el Papa Francisco en la Bendición Urbi et Orbi, nos invitó a considerarnos discípulos en medio de la tempestad, donde el virus nos muestra que somos incapaces de manejar nuestra vida. A partir de la meditación del Papa Francisco, el obispo desarrolló tres grandes ideas para que los participantes reflexionaran:

En primer lugar, señaló que es una experiencia valiosa para el cristiano enfrentarse a su fragilidad. “Esta fragilidad abre el corazón a la necesidad de Dios y necesidad de los hombres. Y esta debilidad le da espacio a la fortaleza verdadera, la fortaleza de Dios. Por eso, somos capaces de empatizar con el dolor del hermano”, sostuvo. En segundo lugar, recordó que “todos estamos en la misma barca, vamos en la misma dirección, nadie sobra, todos somos necesarios, con nuestra fragilidad, para que podamos construir el futuro”. Aseguró además que esta pandemia debe iluminarnos para vivir en comunidad, considerando la solidaridad para salir adelante. “La hora de la fraternidad, del encuentro con el hermano, del trabajo conjunto”. Por último, explicó que esta situación abre nuevos espacios para la vida cristiana, donde caminemos juntos, reconozcamos en el otro un aporte, no dejemos espacio para las peleas chicas ni para el individualismo y volvamos a lo esencial, la fe, la familia y el amor al hermano.

El Presidente de USEC, Sergio Merino, agradeció a los participantes por su presencia en el Retiro y a los sacerdotes por sus meditaciones que pueden ayudarnos a vivir de mejor manera esta Semana Santa y “a sentir la interpelación del Señor en medio de esta tormenta. ‘En esta barca vamos todos’. Naveguemos unidos”, concluyó.