15 May 2016

En Seminario ESE- USEC expertos reflexionan acerca de los desafíos de la sociedad actual

El encuentro contó con la participación deMonseñor Juan Ignacio González, Obispo de San Bernardo; Claudio Orrego, Intendente de la Región Metropolitana; Diego Schalper, Coordinador General del Movimiento Social Cristiano; y Mauricio Larraín, Director General del ESE y Director del Banco Santander. 

“Una economía que excluye mata. Hay quienes, por ejemplo, defienden la teoría del “derrame” postulando que cualquier crecimiento económico es justo y ayuda al resto, pero sucede- dice el Papa – que una vez que se llena el vaso algunos empresarios lo hacen crecer y así éste nunca derrama nada. Esto habla de la incapacidad que tenemos de ponernos en lugar del otro. La cultura del bienestar nos anestesia”. 

Así lo señaló Monseñor Juan Ignacio González, Obispo de San Bernardo, en el seminario “¿Quo Vadis Franciscus?: Alegría, Economía y Pobreza en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium”, organizado por ESE Universidad de los Andes y USEC. Este encuentro tuvo por objetivo abordar el valor y la vigencia del mensaje cristiano para la actividad socioeconómica, poniendo especial énfasis en los desafíos asociados al combate a la pobreza material, la exclusión y la inequidad; y a la pobreza espiritual presente en la codicia y la idolatría del dinero que gobierna en vez de serv

Finalmente, la autoridad eclesiástica, señaló que la dignidad de la persona humana y el bien común deberían ser la principal preocupación para el mercado. Señaló además que para recuperarnos existen algunas claves como  la humildad, la vuelta a la vida sobria y templada además de la capacidad de mantener diálogo permanente entre los distintos actores sociales.

En tanto, Claudio Orrego, Intendente de la Región Metropolitana, habló de una sociedad tecnologizada que multiplica placeres, pero no engendra alegrías. “Yo no sueño que Chile sea el país más rico del mundo sino el más feliz y creo que a veces no vamos por buen camino. A veces de tanto ensalzar lo material e individual nos olvidamos que la alegría viene de la trascendencia del ser y no de lo material. El dinero debe servir, pero no gobernar”.

Orrego fue claro a la hora de manifestar el rol que la Iglesia debe cumplir. “Prefiero a una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, prefiero a una Iglesia opinante intentando contribuir con la sociedad”. Asimismo, hizo un llamado a los empresarios a “no confundir la legalidad con la ética. La ética es mucho más exigente que la legalidad, no podemos conformarnos con el mínimo que nos exige la ley. Debemos combatir la economía de exclusión y construir la economía de la solidaridad”.

Por su parte, Diego Schalper, Coordinador General del Movimiento Social Cristiano, dijo que la “economía es ejercida por humanos, por lo tanto este tipo de decisiones no pueden estar ajenas al bien común con preocupación por los demás. Lo más complejo de la desigualdad es la fragmentación social donde no nos vemos como iguales, donde hay varios Chiles”. 

Schalper manifestó además su preocupación por la paz social señalando que para “alcanzarla se requiere que la justicia se logre a través del diálogo. Si nuestro país pierde su capacidad de dialogar la conclusión va a ser hostilidad y fragmentación. La paz social supone preocuparse por los másdesprotegidos. En la medida en que volemos alto lograremos que los temas superfluos se queden en la dimensión correcta”. 

Finalmente, Mauricio Larraín, Director General del ESE, analizó los principales desafíos que el Papa Franciscoplantea a los empresarios. “El primer gran desafío tiene que ver con luchar contra el egoísmo e individualismo, el pensar que los demás no existen. Otra interpelación que plantea el Papa es la idea de que no podemos tener una economía que excluya a los demás y fomente la inequidad. No podemos tener una autonomíaabsoluta del mercado sin preocuparse del bien común.”

 Larraín analizó además las soluciones que nos muestra el Papa. “Lo primero es a decir que el Papa no está en contra del crecimiento económico sino que éste debe ser con equidad. Hay que volver a poner a la persona en el centro de la empresa y la sociedad, además se debe promover un verdadero desarrollo integral de la persona. Debemos ser instrumentos llamados a la liberación y promoción de los pobres para que se puedan integrar a la sociedad, en fin, debemos ir más allá de los deberes de justicia”.