30 Oct 2013

Empresarios y ejecutivos de Valparaíso reflexionaron sobre cómo integrar la fe en su gestión diaria

El Padre Samuel Fernández, director de Formación General de la Facultad de Teología de la P. Universidad Católica y asesor doctrinal de USEC, guió el encuentro en torno a la primera encíclica del Papa Francisco, Lumen Fidei.

“Hoy estamos llamados a convertir nuestras organizaciones en lugares donde los colaboradores, clientes, proveedores, distribuidores, comunidades, etc. encuentren un espacio para su pleno desarrollo (…) Empresas en que las personas, sean el alma y centro del negocio”. Así lo manifestó Alfredo Comandari, director USEC en el Diálogo Lumen Fidei: “¿A qué nos llama el Papa Francisco en su primera encíclica?”, realizado en Valparaíso y que contó con la exposición del padre Samuel Fernández quien orientó a los presentes sobre cómo integrar la fe en su gestión diaria.

Luego de la bendición del Obispo de Valparaíso, monseñor Gonzalo Duarte, Alfredo Comandari, explicó que a su juicio es factible, aunque de forma paulatina, llevar el Evangelio a las empresas, y que esto sucede de forma más espontánea cuando existe coherencia entre las convicciones de fe y el ámbito del trabajo.

Además, contó su testimonio como presidente de la Fundación Arturo López Pérez, centro clínico integral de tratamiento del cáncer,  donde se ha trabajado fuertemente la RSE no como una estrategia de marketing, sino que de una forma integral, tomando en cuenta y entablando un diálogo virtuoso con colaboradores y ejecutivos de forma genuina. Asimismo, invitó a los presentes a participar de Misión Empresarial, espacio de encuentro dirigido a empresarios, ejecutivos y profesionales donde se abordan distintos temas con el fin de alcanzar un liderazgo centrado en el desarrollo integral de todas las personas que interactúan con la empresa. 

En su intervención, en tanto, el padre Samuel Fernández, explicó cómo la fe es capaz de iluminar todas las relaciones humanas, incluso las que se generan al interior de la empresa.  De igual forma, indicó que la vida fraccionada se puede subsanar a través de la luz de la fe. “Si pensáramos que la realidad tiene poco que ver con el evangelio en la vida empresarial, nuestro proyecto estaría destinado al fracaso, pero si tenemos la convicción de que el evangelio es la clave para comprender las relaciones humanas nuestro proyecto tendrá la posibilidad de triunfar”, sentenció.

En esa misma línea explicó que en la medida en que se integren indicadores más humanos en el desarrollo de la empresa, ésta se orientará de manera distinta, por ejemplo, en materia de clima laboral que al ser en la actualidad un elemento que se mide, evalúa y financia, tiene relevancia. “Es posible ir integrando maneras de evaluar diferentes que puedan beneficiar más a la empresa y hacer de ella un lugar de desarrollo humano. Eso tiene un valor fundamental en la medida en que valoramos la dignidad humana”, concluyó.