15 Abr 2015

Positivos frutos de la campaña “La Caridad Parte por una Casa”, en ayuda de familias afectadas por incendios en Valparaíso

En la Misa Crismal del año pasado la Iglesia de Santiago lanzó la campaña “La Caridad Empieza por Una Casa”, iniciativa que tenía como objetivo reunir los recursos suficientes para la construcción de 25 viviendas en los cerros de Valparaíso, que habían sido recientemente afectados por el incendio más grande del que se tenga registro en la región. La cruzada, gracias al compromiso de voluntarios, comunidades y familias logró materializar el proyecto.

La Vicaría de Pastoral Social y de los Trabajadores del Arzobispado de Santiago, en conjunto con la Pastoral Social Caritas Chile, Fundación Vivienda, el Obispado de Valparaíso y USEC, ejecutó el proyecto durante todo el año 2014, finalizando la construcción de la última vivienda a fines del mes de enero de 2015. Se trató de un proyecto de intervención integral, no sólo en su materialización en terreno sino que también en su génesis.

Uno de los elementos que más han valorado las familias que recibieron las viviendas, las comunidades y los voluntarios que participaron en el proceso de construcción, es la dignidad con que se trabajó la construcción de las viviendas. Así lo explica Luis Berríos, Secretario Ejecutivo de la Vicaría de Pastoral Social y de los Trabajadores. “Estamos muy contentos con el resultado de esta iniciativa por la ayuda concreta a las familias, porque el proceso de construcción se llevó a cabo pensando en las necesidades de las personas y respetando su dignidad, al mismo tiempo es positivo que las propias comunidades se involucraran en el proceso lográndose una solución habitacional, una construcción social”.

A nivel ejecutivo Luis Berríos destaca también la capacidad de coordinación con el Obispado de Valparaíso y con la Pastoral Social Caritas y porque fue posible traspasar la experiencia de la vicaría en materia de apoyo a la organización local para el mejoramiento de la calidad de vida de familias en condiciones sociohabitacionales precarias. 

En el desarrollo del proyecto se realizó un proceso de diagnóstico de los casos y de vinculación con las familias con quienes se trabajó desde el diseño de la solución habitacional hasta la construcción de las viviendas. En el proceso la comunidad local tuvo una importante participación por medio de la identificación de los casos, además se buscó, motivó y capacitó a grupos de voluntarios para que realizaran, junto con las propias familias, la construcción de las viviendas. 

Dignidad para las familias

Las 25 viviendas construidas son de un buen estándar de habitabilidad, de seguridad y estabilidad. Son de al menos 28 m2, cuentan con revestimiento exterior y ventanas correderas de aluminio. Dadas las condiciones de la ciudad se les sumaron medidas de protección para impedir filtraciones mayores de aire y, además todas cuentan con baño completo.

“La vivienda fue un gran aporte ya que nosotros estábamos desde hace meses en una mediagua y pasábamos el día acá pero, para dormir, dos tenían que ir a la casa de la suegra de mi hija. Esta casa nos cambió la vida, podemos pasar la noche juntos en la misma casa. Estamos muy felices y agradecidos de la Iglesia, la casita es un sueño”, expresa Flora Muñoz, del Cerro Merced. 

“No hay palabras que puedan expresar nuestro agradecimiento, yo he revivido en esta casa, los cuatro lo hemos hecho. Antes estábamos en dos piezas, mi sobrina dormía con mi hermana, estábamos muy apretados, en casa ajena siempre es complicado ya que uno no es independiente. Estar aquí, en nuestra casa, es reconfortante”, señala Eliana Rodríguez del Cerro Las Cañas.

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Fuente: Comunicaciones de Santiago.