15 Feb 2015

Javier Pinto: Empresa y política

El argumento más contundente para defender la presencia de la empresa en el debate público radica en que ellas contribuyen al desarrollo social.

¿Deben las empresas jugar un rol en la política? Todas las sociedades requieren de una comprensión del valor del trabajo y de las instituciones empresariales en relación al desarrollo social. Esa comprensión, sin embargo, puede cambiar y, a mi juicio, es probable que en Chile nos acerquemos a una interpretación incorrecta.

Las lamentables noticias del financiamiento de las campañas electorales han permitido que la sociedad valore una separación entre el dinero y la política. Es importante sin lugar a dudas que la autoridad tenga independencia real en materia de regulación económica, y que ella no se vea afectada por compromisos de las mismas autoridades con sus fuentes de financiamiento electoral. Esto, sin embargo, es necesario comprenderlo en el contexto de la separación entre campañas electorales y financiamiento empresarial, no como la desvinculación de la empresa (representada por sus dirigentes gremiales) con la vida política del país.

Pienso que el argumento más contundente para defender la presencia de la empresa en el debate público radica en el hecho de que las empresas contribuyen al desarrollo social haciendo bien y con responsabilidad lo que habitualmente hacen. Dar trabajo, poner productos y ofrecer servicios en el mercado, transformarse en oportunidades reales de inversión, etcétera, son actividades con un impacto social muy relevante.

En este sentido, la presencia de dirigentes gremiales en la discusión de reformas laborales, tributarias, etcétera, no se debe simplemente a una defensa corporativa de intereses económicos al margen de bien social, sino muchas veces en la responsabilidad de apoyar el desarrollo social a través de la actividad empresarial. Es importante mostrar que a muchos empresarios sí les interesa genuinamente el futuro del país.

*El autor es profesor de ética empresarial Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad de los Andes.

Publicación: Pulso, viernes 4 de septiembre de 2015.