24 Jul 2020

Adiós a José Said, destacado empresario cristiano

El empresario, fallecido ayer a los 90 años, vivió realmente su actividad como una noble vocación. Su visión del bien común es un ejemplo que debería iluminar a las nuevas generaciones de emprendedores y empresarios para dar a su actividad un sentido trascendente.

Ayer, a los 90 años, partió a la casa del Padre, un empresario de excepción. Durante su destacada trayectoria, José Said Saffie se entregó por entero a lo que él mismo definió como su gran pasión: “a ser empresario”.

Él vivió realmente su actividad como una noble vocación o, en sus palabras, “como una forma de contribuir al engrandecimiento del país, creando empleo, generando una mejor calidad de vida para muchos, y especialmente inculcando valores permanentes en nuestro quehacer”, como señaló en 2003, al recibir el premio ICARE en la categoría Empresario, uno de los tantos reconocimientos que le entregaron durante su vida. 

Como recuerda Diario Financiero, recibió la vocación empresarial de su familia, y la desarrolló en diversos rubros de la economía, como el comercio, la industria, el sector inmobiliario y las finanzas: “Hemos desarrollado empresas industriales, inmobiliarias, comerciales y financieras. Mi abuelo Issa Said se inició en ellas como pequeño empresario, formando a sus descendientes en el rigor del trabajo y del emprendimiento. Esa enseñanza la recibí de mi padre y de sus hermanos que trabajaron estrechamente vinculados, lo que se ha proyectado en nuestra generación”, señalaba.

La visión que tenía del bien común y la ética en el trabajo, su capacidad de anticiparse a los desafíos y el profundo respeto hacia las personas, debieran ser un ejemplo para las nuevas generaciones de emprendedores y empresarios para transformar su actividad y darle un sentido trascendente, tal como él lo hizo durante su larga y prolífica trayectoria. 

Con su vida dio testimonio de que se puede ser un empresario exitoso inspirando su trabajo en principios cristianos y en una vocación de servicio que recibió de San Alberto Hurtado, fundador de la Unión Social de Empresarios Cristianos (USEC).

Por eso, lamentamos el sensible fallecimiento de un destacado empresario cristiano, y agradecemos su valiosa colaboración y la confianza depositada en nuestra institución y en Uniapac Internacional durante todos estos años.