14 Ago 2017

Ricardo Irarrázabal: “Si se confunde la RSE con el cumplimiento ambiental estamos en un problema”

Cerca de 60 personas participaron del cuarto Café con… del ciclo 2017, en el que Ricardo Irarrázabal, abogado y Vicedecano de la Facultad de Derecho UC, expuso sobre “Medio Ambiente y Empresa: Del Cumplimiento a la RSE”, tema que a juicio de Irarrázabal aún no está totalmente desarrollado dentro de las empresas, “tenemos una institucionalidad ambiental relativamente joven que se está implementando todavía y esto requiere tiempo y conocimiento por parte de las empresas”

Quien fuera subsecretario de Medio Ambiente comenzó el encuentro analizando los principales conflictos ambientales del último tiempo y como éstos han transformado la visión sobre responsabilidad ambiental dentro de las empresas, asegurando que en la actualidad el cumplimiento no significa solo tener los permisos correspondientes, ya que éste supone tanto una dimensión legal como un marco ético. Si bien, hace un par de décadas, el derecho de propiedad era el gran motor de un proyecto, hoy “el derecho de propiedad como tal no es suficiente para dar certeza a un proyecto y viabilidad en cuanto a su operación, si bien es necesario, no es lo único”, añadió.

Cumplimiento ambiental y social

En el encuentro, Ricardo Irarrázabal comentó que una empresa debe hacerse cargo de los efectos que produce en el entorno,  “porque si no se internalizan los efectos ambientales y sociales por parte de la empresa va haber un tercero, la comunidad, la sociedad, que finalmente van tener que soportar el impacto”. Y cuando la empresa se hace cargo de los efectos que produce, genera valor social que, según Ricardo Irarrázabal, tiende a coincidir con la viabilidad y certeza de los proyectos.

Como una manera de hacer frente a la visión de empresa que está basada en el capital y la rentabilidad, el vicedecano de Derecho UC, destacó la definición de empresa del libro Vocación del Líder Empresarial como una guía para entender la dimensión de lo que significa ser empresa. “Cuando entendemos la empresa como una comunidad de personas, se percibe con claridad que los vínculos que nos unen no son meros contratos legales o intereses mutuos, sino compromisos con bienes reales, compartidos con otros para servir al mundo. Resulta peligroso y equívoco considerar que la empresa es simplemente una “sociedad de acciones” cuyo significado se extingue en intereses egoístas, contratos, utilidad y maximización de beneficios financieros. Una característica inherente del trabajo es que “antes que nada, une a los hombres y en esto consiste su fuerza social: la fuerza de construir una comunidad.”  Esta visión evita la pobreza espiritual que a menudo surge en las economías de mercado cuando hay carencia de relaciones humanas dentro y alrededor de la empresa”.  

“La RSE empieza donde termina el cumplimiento”

“El Gran problema es que hay una confusión total entre lo que es el cumplimiento y la RSE. Esto es relevante porque al final las empresas están obligadas a cumplir la regulación. La RSE no es una obligación, puede servir para ocupar aquellos espacios en que el cumplimiento es un poco laxo”, de esta manera Ricardo Irarrázabal explica la confusión que existe hoy entre ambas dimensiones que explicaba la diferencia entre el cumplimiento y la Responsabilidad Social Empresarial.

En cuanto al cumplimiento, el abogado UC explicó que el cumplimiento tiene dos dimensiones: “Cuando hablamos de cumplimiento, tenemos que mirar lo que es el cumplimiento que se me exige desde un punto de vista legal, un estándar, una regulación, versus lo que puede significar un cumplimiento que va más allá de lo legal, que incorpore un componente ético en cuanto al cumplimiento, luego de aquello viene la RSE. Tanto el cumplimiento como la RSE enmarcan lo que debiera ser la posición que asume la empresa frente a la comunidad”, concluyó.

“El cumplimiento es lo que es exigible ya sea por la regulación o por la ética, y donde termina esta exigibilidad empieza la RSE”.

Ecología Integral

Para terminar, Ricardo Irarrázabal explicó que antiguamente cuando se mencionaba la sustentabilidad, la clásica ecuación comprendía el crecimiento económico y medio ambiente; el pilar social, era el pilar olvidado.

Pero el Papa Francisco ha puesto el pilar social por sobre el pilar económico y el ambiental, esto quiere decir que no puede existir una política ambiental que termine afectando lo social, a las personas. “En ese sentido la propuesta de S.S. Francisco habla de una ecología a escala humana, donde la persona es el centro del desarrollo sustentable”, concluyó. 

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