18 Dic 2025

Fundador de ACDE será beatificado por el Papa León XIV

Hoy se informó la aprobación del primer milagro atribuido al empresario argentino Enrique Shaw, impulsor de los empresarios cristianos al otro lado de la Cordillera.

Con alegría informamos que el empresario argentino Enrique Shaw (1921-1962), padre de nueve hijos, fundador de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) y de la Universidad Católica Argentina (UCA), será beatificado próximamente, luego de que el Papa León XIV aprobara un milagro atribuido a su intercesión.

Enrique Shaw nació en París en 1921. En 1936 entró a la Armada Argentina y en 1943 se casó con Cecilia Bunge, con quien fue padre de nueve hijos. Mientras se encontraba destinado en Estados Unidos quiso convertirse en obrero para llevar la doctrina social de la Iglesia (DSI) al mundo del trabajo, pero su director espiritual lo persuadió de que debía seguir la carrera empresarial. 

Un empresario con “sangre obrera”

Luego de pasar a retiro en la Armada, entró a trabajar en Argentina a la empresa Cristalerías Rigolleau, donde llegaría a ser director general. Allí buscó llevar a la gestión empresarial los principios del pensamiento social cristiano, que los vivió como un compromiso con cada uno de los trabajadores, sus familias y el bien común de la sociedad. 

En 1959, en medio de un momento en que la empresa pasó por una complicada situación económica por una caída en las ventas se le exigió despedir a 1.200 empleados, ante lo que se negó, incluso poniendo su cargo a disposición para no despedir a sus colaboradores, lo cual consideraba “un mal moral”. Finalmente, el directorio le aprobaría un plan alternativo de salvataje de la empresa sin reducción de personal.

Enrique Shaw veía su vocación empresarial como un compromiso con la sociedad. Fue miembro de la Acción Católica Argentina (ACA) y del Movimiento Familiar Cristiano. Por su participación en la ACA sería detenido en 1955 por el Gobierno de Juan Domingo Perón, que había perseguido a la Iglesia.

También ayudaría a crear la Universidad Católica Argentina (UCA), Caritas y la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), con la misión de agrupar a los empresarios, ejecutivos y profesionales que quisieran vivir con coherencia su vocación cristiana en el mundo del trabajo, según los principios de la DSI.

En 1957 fue diagnosticado con cáncer a la piel, lo que no impidió que siguiera cumpliendo sus obligaciones profesionales y eclesiales. Se complicó su enfermedad, y en 1962, cuando se encontraba en el hospital, necesitaba transfusiones de sangre, llamado al que acudieron 250 de sus empleados. Luego de una incipiente recuperación, les diría que “ahora casi toda la sangre que corre por mis venas es sangre obrera. Estoy así más identificado que nunca con ustedes a quienes siempre he querido y considerado, no como simples ejecutores, sino también como ejecutivos”. Falleció el mismo año en Buenos Aires a la edad de 41 años.

El primer empresario santo

La idea de beatificar y canonizar a Enrique Shaw comenzaría en 1984, cuando Ambrosio Romero Carranza se pregunta si el plan de vida de Enrique estaba dirigido a alcanzar la santidad. En 1996, con la aprobación de su viuda, Cecilia Bunge, se inicia la recolección de información para abrir la causa, que el Cardenal Jorge Mejía invita a ACDE a que la encabece. Luego de creada por parte de ACDE la Comisión Enrique Shaw, en 1997 se inicia la etapa preliminar para la apertura del proceso de canonización. En 2001 se obtiene el nihil obstat de la Congregación para las Causas de los Santos en Roma. 

En 2013 concluiría la fase diocesana de la causa, mientras que en Roma sería declarado venerable en 2021, luego de aprobar el decreto de sus virtudes heroicas. El milagro atribuido a su intercesión, de la curación de un niño de cinco años, sería aprobado este año por las comisiones médica y teológica del Vaticano. Y ayer la Asamblea de obispos y cardenales del Dicasterio para las Causas de los Santos dio su “parecer favorable” acerca del proceso de canonización. Hoy sería aprobado por el Papa León XIV.

Felicitamos a nuestros amigos de ACDE por la futura beatificación de su fundador y los invitamos a seguir cada día más su legado en sus empresas. Como sostuvo el Papa León XIV, Enrique Shaw fue “un empresario que entendió que la industria no era solo un engranaje productivo, sino una comunidad de personas llamadas a crecer juntas”.